Acuarela de Beatriz Galiano Cáceres.
Que apasionante es pintar con acuarelas a pesar de su dificultad. Cuando se llega a dominar esta técnica, te vuelves un adicto. Yo disfruto muchísimo, cada vez que pinto una acuarela es una experiencia diferente e inolvidable, cuando se vive ese momento de tensión en el que tienes que ir con cuidado y a la vez rápido, intentando dejar esa transparencia característica de la acuarela. Hay veces que lo que plasmas en el papel no sale realmente como esperabas, hay que tener mucha paciencia.
Conozco a varios acuarelistas que son brillantes y con un gran nivel, pero ese nivel es ilimitado, y nunca dejaremos de aprender.